martes, septiembre 01, 2009

Benditas fiestas patrias



Llegó septiembre y junto a él, el nacionalismo que, creo, debiese ser más permanente. Y no hablo de nacionalismo exacerbado, sino de amor por el terruño.Muchas veces escucho personas decir "...en este país de mierda", sobre todo cuando se enojan por algunas cosas que no funcionan bien, sobre todo en las reparticiones públicas. Ok, pero escuché a un predicador decir "muchas veces, las cosas que te enojan y te irritan, son llamados de atención para que tú hagas algo al respecto"... sería realmente mejor la vida en Chile si el 100% de las personas que reclaman en contra del país hiciéramos algo al respecto. Y digo "hiciéramos" porque yo también me he enojado y, sobre todo, soy chileno.He tenido la oportunidad de conocer otros países y realmente Chile tiene muchas mejores condiciones que, incluso, nuestros vecinos países. No con esto estoy diciendo que somos mejores, pero sí las cosas funcionan en Chile. Incluso un amigo argentino me decía una vez "lo que pasa es que en Chile las cosas funcionan y por eso la gente vive en un constante letargo creativo... pero es maravilloso llegar a tu país y saber que la corrupción es mínima en comparación a los ladrones de mi país" De verdad, creo que somos un país bendecido. Creo que somos un país que debiese bastarnos. Y debemos pensar en cambiar las cosas nosotros primero para que cambien a nivel macro... tal como posteaba hace un par de días, no podemos nacer llorando para vivir quejándonos y morir desilucionados. Creo que tenemos un país hermoso para sacar lo mejor de nosotros y hacer "patria"; no en el sentido militarizado de patria, pero sí de amor al terruño.Pregúntenle a quienes se han tenido que ir de Chile por diversos motivos... pregúntenles cómo se extraña al país... son las personas que han salido de la frontera las que se emocionan de las pequeñas cosas que hacen de Chile el país que amo.
Les dejo un párrafo del libro de Deuteronomio en la Biblia... cada vez que lo leo, pienso que me están hablando de Chile... ok, ok, ok... algún neozelandés puede decirme lo mismo, pero déjenme decirles que en ninguna parte del mundo se sentirán como en Chile...


"Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado"(Deuteronomio 8:7-10)


¡¡VIVA CHILE!!