martes, diciembre 05, 2017

Primeras últimas palabras para UNO

Son muchas las cosas que quisiera decirle a mis hermanos en Cristo que han decidido hacer de Iglesia UNO su comunidad de fe. A dos meses de partir, hay asuntos que no quiero dejar de expresar. Y este no será el único texto que les escribiré; creo que escribir de a poco me ayudará a manifestar de la mejor forma lo que tengo en mente. Dicho lo anterior, allá voy.
Cuiden lo que tienen. Cuiden esta comunidad de fe. Iglesia UNO es una iglesia atípica para su contexto reformado presbiteriano. Y por causa de eso, muchos han cuestionando su forma, pero no pueden hacerlo en su fondo. No somos perfectos, pero tampoco somos unos herejes. Nuestra liturgia es una liturgia presbiteriana; en cuanto a la predicación de la Palabra, priorizamos la predicación expositiva; no hemos dejado de ministrar los sacramentos en estos 7 años de historia... ¡Por la gracia de Dios somos lo que somos!
En 1ª Samuel 16.7, la Palabra de Dios dice "No te dejes llevar por su apariencia... El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón". Y son justamente nuestros corazones el primer aspecto que, por la gracia de Dios en el Evangelio, nos disponemos a que sean transformados en adoración al Padre, esforzándonos por desarrollar vidas comunitarias en amor a Cristo y buscando cumplir nuestros diversos llamados en el mundo guiados a la misión por el Espíritu. Es lo que repetimos constantemente en cada retiro de la iglesia.
Mientras vuestros corazones latan al ritmo del corazón del Padre, estarán cuidando lo que Dios ha regalado. 
¡Dios les bendiga!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Encontraba que era una iglesia hecha para ser guiada por pastores como es esta iglesia: atípicos, y tú eres eso.
Pero como dices, de fondo es Presbiteriana de tomo y lomo, y ahí ya no encajaste, por ser justamente un pastor atípico.
Es mi deseo que puedas seguir desarrollándote en el llamado que tienes desde que eras un niño del jardín infantil,y puedas guiar una iglesia que se preocupe más de lo de fondo que lo externo, y te acepten en tu forma de ser.