jueves, noviembre 01, 2018

¿QUÉ ES UN "REFORMADO"? - Por Augustus Nicodemus

Aprovechando el aniversario de la Reforma...
El crecimiento del interés por la fe reformada en todo el mundo es un hecho notorio en todas partes, según los estudiosos de la religión. Crecen por todas partes la publicación de literatura reformada, el ingreso de estudiantes a seminarios e instituciones reformadas, la realización de eventos, el surgimiento de nuevas iglesias e instituciones de enseñanza reformada y el número de personas que se dicen reformadas, especialmente oriundas de denominaciones pentecostales.
Como se trata de una etiqueta, es necesario definir "reformado". Por "reformado" entiendo a aquel que adhiere a una de las grandes confesiones reformadas producidas después de la Reforma protestante del siglo XVI, a los cinco grandes puntos de esa Reforma, que son la Sola Scriptura, Sola Gratia, Sola Fides, Solus Christus e Soli Deo Gloria y a los "cinco puntos del calvinismo", resumidos en el acróstico TULIP (Depravación Total, Elección Incondicional, Expiación Limitada, Gracia Irresistible y Perseverancia Final)
La Reforma produjo movimientos asociados a sus grandes líderes, los cuales concordarían sustancialmente entre sí en cuanto a las "solas" y al TULIP, pero divergieron en otros puntos. Me refiero a luteranos, zwinglianos y calvinistas. Con el pasar del tiempo, el nombre "reformado" se fue asociando más y más a los calvinistas de manera que, genéricamente, los términos "reformado" y "calvinista" son usados como sinónimos.
Existe un gran número de iglesias que son de "tradición reformada" pero que ya no creen de manera ortodoxa respecto de estas doctrinas. Generalmente esas iglesias no están experimentando ese crecimiento, sino un vaciamiento, como la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos (PCUSA) y otras denominaciones históricamente ligadas a la Reforma, pero que no profesan sus postulados. Por otro lado, en África, Corea, China e Indonesia, por ejemplo, llegan noticias del florecimiento calvinista. Es obvio que el calvinismo termina recibiendo diversas interpretaciones y expresiones en tantas culturas diferentes, pero los puntos centrales están ahí.
Eso no quiere decir que los reformados sean muy numerosos comparados con los pentecostales y arminianos, por ejemplo. Lo que quiero decir es que los relativamente pocos reformados han experimentado un crecimiento que ya llama la atención de muchas denominaciones y ha provocado alerta de parte de sus líderes.
La resurgencia calvinista en los Estados Unidos no está ocurriendo solamente entre Bautistas, sino entre muchas otras denominaciones. Uno de los motores es el ministerio de pastores reformados populares como John Piper, R. C. Sproul, J. C. Mahaney, Paul Washer, Tim Keller, Kevin DeYoung y John MacArthur, entre otros. Los eventos promovidos por ellos reciben millares de pastores de todas las denominaciones y sus libros son traducidos en decenas de lenguas, inclusive al portugués. En Brasil tenemos casi todos los títulos de esos autores.
Pero el mayor interés en la fe reformada en Brasil parece ser de parte de los pentecostales. Crece la presencia de pastores y líderes pentecostales en los grandes eventos reformados en Brasil. Crece también el número de pentecostales que están adquiriendo literatura reformada. Y crece el número de iglesias pentecostales independientes que están naciendo ya con una teología influenciada por el calvinismo. Algunas denominaciones pentecostales también han recibido la influencia calvinista a pasos agigantados.
El ministerio de editoriales que publican material reformado, como Editora Cultura Cristã, Fiel y Publicações Evangélicas Selecionadas, por ejemplo, han servido para colocar las obras de reformados brasileños e internacionales en las manos de los evangélicos brasileños ávidos por una teología consistente, y cansados de los excesos del neopentecostalismo y de la aridez del liberalismo teológico.
No tengo una explicación definitiva para el fenómeno del resurgimiento del TULIP. Por lo pronto, es curioso que una fe tan perseguida y odiada como el calvinismo, de repente, pase a tener más aceptación. Pocos en la historia de la iglesia fueron tan mal entendidos, distorsionados, vilipendiados, odiados y maldecidos como Juan Calvino. Llamado tirano, déspota, inquisidor de herejes, frío, duro, determinista, creador del capitalismo salvaje, Calvino ha sifrido mil muertes a manos de sus detractores quienes, la mayoría de las veces, nunca leyeron ni siquiera una de sus obras, y que se formaron una opinión leyendo obras de sus críticos.
Solamente espero que, a medida que el movimiento crece en Brasil, los reformados aprendan a retener lo que es esencial y bíblico en la Reforma, sin tornar en asunto de fe aquello que perteneció a siglos pasados en otras culturas, como infelizmente ya ha sucedido en Brasil con algunos grupos. Que recuerden que la fe bíblica, que es la fe de la Reforma, también puede expresarse dentro de la rica y variada cultura brasileña.