martes, abril 29, 2014

Del por qué soy contrario a los neopentecostales. Argumento 2: La letra mata.

Es interesante ver cómo, desde muchos sectores neopentecostales, se critica al cristianismo reformado por seguir "antiguas filosofías de hombres", argumentando tener ellos revelación fresca de Dios para la iglesia. Puede revisar en mi "Argumento 1" de esta serie de argumentos, mi opinión al respecto. 
Pero no se quedan sólo ahí, sino que también hablan en contra de las iglesias reformadas diciendo que son "demasiado católico-romanas" en sus liturgias y doctrinas. Como diría un conocido futbolista: ¡Puras falacias!
Me llama poderosamente la atención esto último puesto que, si revisamos la historia, rápidamente nos podemos dar cuenta que el fortalecimiento del romanismo no es algo que se desprende sólo del hecho que Constantino tomara las armas para dominar imperialmente. Me atrevo a decir que, si este hecho es uno de los pilares, el otro pilar del fortalecimiento del romanismo fue el hecho de someter a los creyentes en una profunda ignorancia respecto de la Palabra de Dios. Al parecer los "romanistas" son otros.
Así como los romanistas sometieron en la ignorancia a los cristianos, hoy los neopentecostales desincentivan la lectura de la Escritura diciendo que "La letra mata, pero el Espíritu vivifica". También los desmotivan a leer los grandes y maravillosos legados teológicos de hombres de Dios que estudiaron profundamente las Escrituras diciendo que "El conocimiento envanece, mas el amor edifica". 
Dios respaldó totalmente el trabajo de Wycliffe, Hus, Zwinglio, Lutero, Calvino, Knox y muchos otros que confrontaron a los mentirosos y anatemas de su tiempo, porque la Escritura los empoderó para hacerlo. No veo que se hayan muerto por la letra ni que se hayan envanecido por su conocimiento.
En Juan 10:35, Jesús dijo: "La Escritura no puede ser quebrantada". En Mateo 24:35, Jesús dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". No es la tradición cristiana, sino nuestro propio Señor el que nos manda a leerla y escudriñarla. El interés del Señor por que estudiemos la Escritura es tan grande que Él mismo reprendió a los saduceos diciéndoles "Erráis, ignorando las Escrituras" en Mateo. 22:29.
Lo que afirmo no es un par de textos fuera de contexto, como acostumbra a hacerlo la "tradición" neopentecostal. Podría dar muchos más textos que nos invitan a estudiar Su palabra. Sólo por colocar un par de ejemplos más, en Apocalipsis 1:3 Dios mismo dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de ésta profecía, y guardan las cosas en ellas escritas". Es tan importante que en 2a Timoteo 3:15-16 Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dice "Las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio para la salvación, por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
Cuando los líderes de las iglesias neopentecostales invitan a las personas a no leer o no estudiar las Escrituras porque la letra mata, no solamente están quitando el alimento espiritual al cuerpo de Cristo, sino que también
 estarían despojando del camino de la salvación a quienes Dios escogió desde antes de la fundación del mundo. Al parecer, los que no edifican en amor son otros.
Así como los romanistas acusaron de herejes a los que lucharon por traducir la Escritura para hacerla accesible al pueblo, hoy los pseudo evangélicos de los movimientos apostólicos acusan de "religiosos" a los que estudiamos la Biblia y confrontamos las herejías y fraudes de sus pseudo iglesias. Definitivamente los más parecidos a la iglesia católico-romana no somos los reformados.
Oro para que yo mismo, junto con estos líderes y sus seguidores, podamos doblegarnos ante la evidencia irrefutable de que la Escritura es suficiente. Y que su estudio vivifica.

lunes, abril 28, 2014

Del por qué soy contrario a los neopentecostales. Argumento 1: Revelaciones anatemas.

En Trento (1546), 53 obispos católicos insistieron en considerar dentro de la Escritura algunos libros que habían sido considerados apócrifos ("apócrifo" proviene del griego "apokrupha" y significa "no reconocido" o "no canónico"), básicamente porque Roma necesitaba argumentos "inspirados" para someter a los monjes protestantes que planteaban que la Escritura canónica y toda su revelación era suficiente.
De la misma manera, hoy hay algunos que se dicen "Profetas" y "Apóstoles" argumentan la necesidad de nuevas revelaciones, por considerar la Escritura insuficiente, básicamente porque en ella no encuentran argumento para someter a las personas.
En Apocalipsis 22.18 dice "Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro". Y con esta severa advertencia termina la revelación de Dios: la Biblia.
Ergo, todo aquel que plantea que la Escritura no es suficiente revelación y asegura tenerla personal y particularmente, es un anatema, aparte de ser un arrogante, como dijo un gran amigo.

Sola Escritura...