martes, diciembre 02, 2014

Un consejo de un pastor plantador pentecostal

En el libro "Cuarenta años de Lucha - Apuntes biográficos de la vida y obra del Rvdo. José Torregosa", en las páginas 147 y 147, podemos sacar un gran consejo de su experiencia de plantación de iglesia:

"Siguiendo las reuniones diarias, llegó el día sábado, en que la gente transita más [Nota: está hablando del sector de 12 de febrero con Chacabuco en la ciudad de Valparaíso]. Esa noche se llenó el salón y don José predicó con toda la fuerza y el poder que Dios le daba.
A las dos semanas tenía una concurrencia que el salón no podía contener. Entonces empezó el enemigo a interrumpir con piedras, insultos y toda clase de gritería.
A los pocos días después, se sintió don José, cobarde y anonadado como el que ha caído en un pozo y no puede salir. Sólo entonces vino a entender que justamente había ido a abrir el salón en la parte más corrompida de la ciudad de Valparaíso. No era posible tener reuniones allí.
En la casa del lado, piano y canto con gritos altisonantes; en el otro lado, arpa, tamborileo, gritos de orgía y pugilato. Además, dentro del salón caían los hombres envueltos en sus propios vómitos y en sus estiércoles. 
Su esposa y los niños rodeaban asustados a don José. La atmósfera de tabaco y suciedad era insoportable. 
Cierta noche, al regresar a su casa, don José cayó de rodillas: ´Señor, dijo, ¿dónde he venido a parar? Soy hombre perdido'. Pero en medio de tan honda decepción, siente que el Señor le dice '¿Tantos días pidiéndome un salón y ahora te quejas? Sigue, que yo estoy contigo; ese es tu puesto; yo tengo allí muchas almas que tú no conoces'".

En el lugar donde estamos es donde Dios nos quiere trabajando, hasta que él decida quitarnos de ese lugar y colocarnos en otro. Parafraseando Hebreos 11.6, Dios nos dice que "Él recompensa a los que le buscan con un corazón desesperado"... no desmayemos, por 'feo' que se vea el ambiente. David Pierce, fundador de Steiger, siempre nos recuerda a los misioneros que "El centro de la voluntad de Dios no siempre es el lugar más seguro, pero sin duda es el mejor lugar donde podemos estar".

Avancemos en la misión de Dios.

martes, octubre 14, 2014

Una reunión de oración excepcional

El renacimiento de la Iglesia de los Moravos en mayo de 1727, había resultado en gran parte por un fuerte énfasis en la oración. Los meses siguientes, un espíritu de oración tomó cuenta de la pequeña comunidad evangélica. El día 27 de agosto de ese mismo año, 24 hombres y 24 mujeres se comprometieron a orar una hora al día de forma secuencial, de modo que siempre había alguien orando por misiones.
Esa "vigilia de oración" sensibilizó al conde Zinzerdorf y a la comunidad de Moravia a querer alcanzar a otros para Cristo. Seis meses después de haber iniciado la vigilia, el conde desafió a los compañeros a evangelizar las Indias Occidentales, Groenlandia, Turquía y Laponia. Al día siguiente, 26 moravos se ofrecieron como voluntarios para las misiones mundiales, donde quiera que Dios quisiese enviarlos.
La vigilia de oración prosiguió sin interrupción, veinticuatro horas por día, durante más de 100 años.
En 1792, sesenta y cinco años después del inicio de la vigilia, la pequeña comunidad moravia había enviado 300 misioneros hasta los confines de la tierra.
(Texto original de Alderi Souza de Matos. Puede leer el texto en http://www.mackenzie.com.br/6979.html)

La dinámica de las misiones siempre es la misma: después de orar, o vas o envías. 
Nuestra mezquindad es la que nos impide ir. Pero también es mezquino aquel que, ante alguien que está dispuesto a ir, no envía... porque orar no lo es todo.

Oremos para cambiar nuestra realidad. 

jueves, septiembre 25, 2014

El pedo y la teología (por Junior Souza)

El otro día estaba en un Supermercado grande haciendo algunas compras y escuchando música con volumen muy alto en mis audífonos. No sé si has tenido la misma sensación, pero cuando apreto play, creo que todas las personas a mi alrededor también están escuchando la misma música que yo.
Por causa de esa sensación de protección sonora, mi impresión era que todas las personas del Supermercado estaban escuchando el mismo hardcore que yo. Así, no titubee cuando mi cuerpo deseó liberar algunos gases producidos por mi sistema digestivo. No tuve dudas; dejé a la naturaleza seguir su perfecto curso, y hasta confieso que hice un poquito de fuerza para que todos los gases fuesen expelidos.
Imagino que ese acto produjo aquel ruido característico en un buen y alto sonido. Inmediatamente observé miradas de espanto, disgusto, indignación, constreñimiento y asco viniendo de los suertudos que estaban en el mismo pasillo que yo.
Al principio me extrañé de sus miradas, pero sólo entonces recordé que el único escuchando música en ese momento era yo. Todos los demás allí presentes estaban testimoniando la sinfonía producida por mi organismo.
Pensé que aquella música me protegería de la vergüenza. Pero no fue así. La canción tocaba solamente en mi cabeza.
La teología triunfalista (teología de la prosperidad, de los decretos y declaraciones) actúa de la misma manera en nuestra vida. Ella genera una expectativa de protección extrema que existe solamente en las cabezas de aquellos que escogieron seguir esa idea. Al final de cuentas ella no existe en la Biblia, sino en el discurso de líderes mal intencionados y en púlpitos corrompidos que venden falsas esperanzas.
Tengo una fe simple en Dios y en su Reino. Frecuentemente me siento protegido, consolado y amparado por esa creencia. Pero confieso que muchas otras veces esperé una protección que, como aquella música, sólo existía en mi cabeza… pero no llegó.
No fui protegido. Varias veces la luz en casa fue cortada, fui despedido muchas veces, tuve que enfrentar enfermedades de personas que amo, vi mi tarjeta de crédito ser rechazada, y tener mi nombre inscrito en el registro de deudores… y la lista continúa.
Por eso continúo luchando con la vida, la falta de finanzas, limitaciones físicas y enfermedades, sabiendo que no seré protegido de todas las cosas que me gustaría. Pero continúo creyendo en la afirmación de Jesús: Estaré contigo todos los días.
No tengo tanta protección, pero sí estoy bien acompañado.

(Junior Souza es pastor en la iglesia Capital Augusta en la ciudad de Sao Paulo)

miércoles, julio 09, 2014

¿Cómo quieres que sea tu iglesia?

Alguien una vez escribió:
"Esta es mi iglesia. Está compuesta de personas como yo.
Será amable si yo soy amable; hará un gran trabajo, si yo hago un gran trabajo; diezmará si yo diezmo; dará ofrendas generosas, si yo doy ofrendas generosas; traerá a los inconversos, si yo también los traigo; será una iglesia fiel, si yo soy fiel; será una iglesia amorosa, si yo soy amoroso; será una iglesia que sirve, si yo estoy primero al servicio"
Yo solamente podría agregar: "Será una iglesia preocupada por mi, si yo me preocupo y me comprometo primeramente con ella"
Si quiero cambios en mi iglesia, es porque la quiero.

viernes, junio 27, 2014

El desafío de ser pastor.

Ser pastor es depender del Eterno para intentar ser la persona correcta en el lugar correcto la mayoría de las veces. Ser pastor es tener el coraje de hablar aquello que es necesario hablar, y no solamente aquello que alguien quiere escuchar. Ser pastor es exponerse, muchas veces, a ser incomprendido. Ser pastor es buscar ser un amigo que lleva el mensaje del mejor amigo: Jesucristo. Ser pastor es tener el coraje y el amor de aconsejar el camino correcto cuando el mundo anda en el camino del error y la mentira. Ser pastor, felizmente, es tener el corazón alegre y tranquilo al ver que se hace lo correcto, a pesar que eso te haya costado salir mal en la foto. Ser pastor es buscar ser fiel a las palabras de vida que nuestro Señor Jesucristo nos dejó. Ser pastor es ser mensajero de las buenas nuevas del evangelio. Ser pastor es intentar ser el hombro y abrazo amigo, principalmente cuando la vida, las circunstancias y el mundo decepciona y derrumba a las personas y familias. Ser pastor es más que una tarea, un ministerio o misión. Ser pastor es depender del apoyo, de las oraciones y de la cooperación de las ovejas. Ser pastor es buscar el bien de los hijos e hijas de Dios que Él le confió. Ser pastor es preparar a otros pastores, formar discípulos que puedan cooperar con el cuidado del pueblo de Dios y con la salvación de las almas y con la evangelización de todo pueblo, raza, lengua y nación. Ser pastor es recibir aliento del Eterno y buscar ser un canal de aliento. Ser pastor es saber que siempre hay mucho para mejorar y que siempre habrá fallas en esta labor. Ser pastor es ser amado por gente exponencial: las ovejas de nuestro Señor. Ser pastor es seguir siendo pastoreado por los hermanos y por el Gran pastor de las ovejas.

Un abrazo. Pastor Jeremías Pereira.

jueves, junio 12, 2014

Lanzando una comunidad misional

Cuando estamos siendo impulsados por Dios a servir a otros en otros barrios de nuestras ciudades, llevando el Evangelio de Cristo, la primera pregunta que surge es ¿por dónde empezar? La respuesta es: orando. No conozco otra forma de hacerlo.
Muchas veces queremos empezar trabajando nuestras "ideas geniales" para un determinado barrio. El problema es que, muchas veces, nuestras ideas geniales no son otra cosa sino la extensión de nuestra pretensión y arrogancia. Nos acercamos a Dios pidiendo que bendiga nuestras ideas, cuando lo que debemos realmente hacer es llegar ante Dios con un papel en blanco y preguntarle "Señor, ¿qué quieres que hagamos?".
Puede sonar cliché, pero lo que realmente tenemos que hacer antes de hacer cualquier cosa, es escuchar al Señor y dejar que el Espíritu Santo nos muestre el camino. Él nos ha regalado esta maravillosa forma de depender de Él.
Si hay algo que no debemos olvidar jamás es que Él es el Señor de la cosecha, por lo que sabe mejor que nadie cómo se debe cocechar.
Siempre pienso en los planes que el apóstol Pablo tenía para entrar con el Evangelio a Misia. En más de una oportunidad he hablado de esto y de cómo Pablo debe haber sido un hombre suficientemente sensible al Espíritu Santo como para saber que su idea debía dejarla de lado y abrazar la de Dios. Termina, entonces, yendo a Macedonia donde anuncia el Evangelio y muchos, por su obediencia y humildad, terminan conociendo al Dios verdadero. Los planes de Dios NADIE los puede perfeccionar ni mejorar. ¡Y nos está invitando a abrazar sus planes!
Por ello, cuando pensamos en lanzar una Comunidad Misional, debemos hacerlo fundamentados en este principio. Necesitamos aprender a ser humildes y creer sinceramente que, sin el Espíritu Santo, no podemos hacer nada. Nuestras ideas, nuestro intelecto, nuestros planes son una locura si lo hacemos por fuera de la dirección del Espíritu Santo.
Quiero invitarlos, entonces, a responder dos preguntas (que se hace el pastor Mike Breen) en oración, pidiendo a Dios que nos muestre sus planes:
1. ¿Para quién quieres ser una buena noticia?
2. Para las personas del barrio donde estás entrando, ¿cuál sería una buena noticia?
"Si Dios nos está enviando, ¿conocemos la estrategia de Dios para entrar en esa comunidad?" [Mike Breen]

miércoles, mayo 21, 2014

¿Qué debo buscar al escoger una iglesia?

 Es un hecho que muchas personas están abandonando sus iglesias locales, argumentando falacias como "fuera de la iglesia voy a poder ser un verdadero cristiano" o "yo soy la iglesia y Dios me está invitando a vivir una relación sólo con él", asuntos a los que me referiré en otra oportunidad. Pero muchas otras personas están saliendo por motivos mucho más de peso, que no vale la pena comentar ahora. El tema de esta entrada es que, de esas personas que sí han entendido el cristianismo bíblico y su relación con la esposa de Cristo, me han hecho esta pregunta: ¿Qué debo buscar al escoger una iglesia?, ¿Qué es lo más importante?
En una entrevista al pastor R.W. Glenn, él da respuesta a esta misma pregunta. Acá transcribí su respuesta:
La primera cosa que debes buscar en una iglesia local, es la predicación de la Palabra. Ellos ¿predican la Biblia? Con esto quiero decir "ellos dejan a la Biblia hablar por sí misma" (lo que algunos llaman predicación expositiva). ¿Ellos comunican la verdad del texto, cómo el texto fue escrito para ser comunicado a su público original, y después el puente es construído por el predicador del público original al contexto contemporáneo?
El asunto es: ¿Ellos están predicando y enseñando la Biblia fielmente?
Eso es lo primero que debes buscar. 
Frecuentemente determinamos la razón de ir o no ir a una iglesia en motivos que son menos centrales, pero lo más importante es si acaso ellos predican la Palabra.
Que Dios nos ayude a ser siempre fieles a la predicación de su Palabra.

martes, mayo 20, 2014

Animando a los mentores espirituales

Cuando entré a estudiar al Seminario Teológico Presbiteriano de Chile, el pastor de mi iglesia me invitó a trabajar una mentoría que me ha ido preparando para el ministerio. Más allá de aspectos pragmáticos, su interés está puesto en poder ir puliendo aquellos aspectos de mi personalidad que podrían ser minas antipersonales en mi futuro trabajo como pastor de una comunidad. Trabajar el carácter de una persona ha de ser una de las cosas más complejas de la vida. De hecho, en el ejército se acostumbra a hacerlo mediante un régimen estricto de obediencia y sumisión con castigos para quienes no logren trabajar su carácter. Esto no ocurre en un seminario. Pero sí es necesario trabajar el carácter.
Muchas veces quisiéramos que eso de "trabajar el carácter" sea algo instantáneo. Tal vez una fórmula o, mejor aún, una especie de oración modelo. Pero mentorear la vida de otro para pulir su carácter lleva tiempo... y no estamos acostumbrados a invertir tiempo. Menos en cambiar nuestro carácter.
Eugene Peterson, pastor presbiteriano de la PCUSA hace una recomendación a personas que, como yo, estamos siendo mentoreados y guiados para el trabajo pastoral. Él hace una analogía interesante usando parte de la historia del libro Moby Dick. En ese barco ballenero, todo el mundo está haciendo muchas cosas. Todos se mueven de un lado a otro. Todos corren por la cubierta, llenos de cosas que tienen que hacer preparándose para la caza. Todos están muy ocupados, menos un hombre: el que tira el arpón. El no está haciendo nada más sino mirando las aguas en un estado de alerta máxima. Cuando llegue el momento de apretar el gatillo para tirar el arpón, él debe hacerlo desde un estado de tranquilidad y concentración. Si él falla, todos fallan. Si él no se concentra y pasa tiempo observando, todo el trabajo será un fracaso.
Quien trabaja como mentor de otro, también necesita tiempo para observar y pensar sobre lo que está ocurriendo en la vida del estudiante. Si no sabe o no puede tener una pausa, o si su agenda está sobrepasada, probablemente no va a poder proveer una guía adecuada.
Por eso, esa persona que está contigo emocional, mental y espiritualmente, no necesita más presión proveniente de tu ansiedad por cambiar las cosas que, como si se tratara de un checklist, supuestamente te harán cambiar. Los cambios provienen de una vida que se somete a la Escritura y que se alimenta del poder que emana eternamente de la verdad del evangelio.
Que Dios bendiga a quienes mentorean la vida de otros.
Que Dios nos ayude a mentorear la vida de otros.
Que Dios nos permita ser como Bernabé.

martes, abril 29, 2014

Del por qué soy contrario a los neopentecostales. Argumento 2: La letra mata.

Es interesante ver cómo, desde muchos sectores neopentecostales, se critica al cristianismo reformado por seguir "antiguas filosofías de hombres", argumentando tener ellos revelación fresca de Dios para la iglesia. Puede revisar en mi "Argumento 1" de esta serie de argumentos, mi opinión al respecto. 
Pero no se quedan sólo ahí, sino que también hablan en contra de las iglesias reformadas diciendo que son "demasiado católico-romanas" en sus liturgias y doctrinas. Como diría un conocido futbolista: ¡Puras falacias!
Me llama poderosamente la atención esto último puesto que, si revisamos la historia, rápidamente nos podemos dar cuenta que el fortalecimiento del romanismo no es algo que se desprende sólo del hecho que Constantino tomara las armas para dominar imperialmente. Me atrevo a decir que, si este hecho es uno de los pilares, el otro pilar del fortalecimiento del romanismo fue el hecho de someter a los creyentes en una profunda ignorancia respecto de la Palabra de Dios. Al parecer los "romanistas" son otros.
Así como los romanistas sometieron en la ignorancia a los cristianos, hoy los neopentecostales desincentivan la lectura de la Escritura diciendo que "La letra mata, pero el Espíritu vivifica". También los desmotivan a leer los grandes y maravillosos legados teológicos de hombres de Dios que estudiaron profundamente las Escrituras diciendo que "El conocimiento envanece, mas el amor edifica". 
Dios respaldó totalmente el trabajo de Wycliffe, Hus, Zwinglio, Lutero, Calvino, Knox y muchos otros que confrontaron a los mentirosos y anatemas de su tiempo, porque la Escritura los empoderó para hacerlo. No veo que se hayan muerto por la letra ni que se hayan envanecido por su conocimiento.
En Juan 10:35, Jesús dijo: "La Escritura no puede ser quebrantada". En Mateo 24:35, Jesús dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". No es la tradición cristiana, sino nuestro propio Señor el que nos manda a leerla y escudriñarla. El interés del Señor por que estudiemos la Escritura es tan grande que Él mismo reprendió a los saduceos diciéndoles "Erráis, ignorando las Escrituras" en Mateo. 22:29.
Lo que afirmo no es un par de textos fuera de contexto, como acostumbra a hacerlo la "tradición" neopentecostal. Podría dar muchos más textos que nos invitan a estudiar Su palabra. Sólo por colocar un par de ejemplos más, en Apocalipsis 1:3 Dios mismo dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de ésta profecía, y guardan las cosas en ellas escritas". Es tan importante que en 2a Timoteo 3:15-16 Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dice "Las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio para la salvación, por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia".
Cuando los líderes de las iglesias neopentecostales invitan a las personas a no leer o no estudiar las Escrituras porque la letra mata, no solamente están quitando el alimento espiritual al cuerpo de Cristo, sino que también
 estarían despojando del camino de la salvación a quienes Dios escogió desde antes de la fundación del mundo. Al parecer, los que no edifican en amor son otros.
Así como los romanistas acusaron de herejes a los que lucharon por traducir la Escritura para hacerla accesible al pueblo, hoy los pseudo evangélicos de los movimientos apostólicos acusan de "religiosos" a los que estudiamos la Biblia y confrontamos las herejías y fraudes de sus pseudo iglesias. Definitivamente los más parecidos a la iglesia católico-romana no somos los reformados.
Oro para que yo mismo, junto con estos líderes y sus seguidores, podamos doblegarnos ante la evidencia irrefutable de que la Escritura es suficiente. Y que su estudio vivifica.

lunes, abril 28, 2014

Del por qué soy contrario a los neopentecostales. Argumento 1: Revelaciones anatemas.

En Trento (1546), 53 obispos católicos insistieron en considerar dentro de la Escritura algunos libros que habían sido considerados apócrifos ("apócrifo" proviene del griego "apokrupha" y significa "no reconocido" o "no canónico"), básicamente porque Roma necesitaba argumentos "inspirados" para someter a los monjes protestantes que planteaban que la Escritura canónica y toda su revelación era suficiente.
De la misma manera, hoy hay algunos que se dicen "Profetas" y "Apóstoles" argumentan la necesidad de nuevas revelaciones, por considerar la Escritura insuficiente, básicamente porque en ella no encuentran argumento para someter a las personas.
En Apocalipsis 22.18 dice "Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro". Y con esta severa advertencia termina la revelación de Dios: la Biblia.
Ergo, todo aquel que plantea que la Escritura no es suficiente revelación y asegura tenerla personal y particularmente, es un anatema, aparte de ser un arrogante, como dijo un gran amigo.

Sola Escritura...

viernes, febrero 28, 2014

10 tipos de hombres con los cuales una mujer cristiana no debería casarse.

(Por J. Lee Grady - Leer original en inglés aquí)
Mi esposa y yo criamos cuatro hijas (sin escopetas en casa) y tres de ellas ya se casaron. Amamos a nuestros yernos y es evidente que Dios escogió “con pinzas” a cada uno de ellos para hacerlos calzar con los temperamentos y personalidades de nuestras hijas.
Siempre he pensado que a Dios le gusta actuar como “casamentero”. Si Él pudo hacer eso por mis hijas, Él puede hacerlo por ti.
Conozco muchas amigas solteras que les gustaría bastante encontrar a la persona correcta. Algunas me dicen que las opciones son escasas en sus iglesias. Entonces, se aventuran en el mundo de los encuentros online. Otras desisten desesperanzadas, pensando si acaso queda algún cristiano decente por ahí. Comienzan a cuestionarse si deberían bajar sus patrones para poder encontrar pareja.
Mi consejo permanece: no te conformes con menos de lo mejor de Dios. Muchas cristianas han terminado con un “Ismael” porque la impaciencia las empujó a un casamiento infeliz. Por favor, acepta mi consejo paternal: estás mejor soltera que con el hombre equivocado.
Hablando de “hombres equivocados”, aquí están los 10 tipos de hombres que deberías evitar a la hora de pensar en matrimonio:
  1. El incrédulo. Por favor, escribe 2ª Corintios 6.14 en un post-it y pégalo en tu computador. El texto dice “No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?”. Esto no es una regla religiosa anticuada. Es palabra de Dios para ti hoy. No permitas que el encanto, el visual o el éxito financiero de un hombre (o la disposición de él de ir a la iglesia contigo) te lleve a comprometer lo que sabes que es correcto. El “noviazgo misionero” nunca es una estrategia sabia. Si el joven no es un cristiano regenerado, bórralo de tu lista. Él no es lo correcto para ti. Aún estoy buscando una mujer cristiana que no se haya arrepentido de casarse con un incrédulo.
  2. El mentiroso. Si descubres que el hombre con quien tienes una relación te ha mentido sobre su pasado, o que siempre está cubriendo sus rastros para esconder secretos de ti, huye por la salida más próxima. El casamiento debe ser construido sobre un fundamento de confianza. Si él no puede ser confiable, termina ahora antes que él te engañe con una decepción aún mayor. 
  3. El playboy. Me gustaría poder decir que si encuentras un buen chico en la iglesia, puedes asumir que él vive en pureza sexual. Pero ese no es el caso hoy. He oído historias tenebrosas sobre solteros que sirven en el grupo de música del domingo, pero que actúan como Casanovas durante la semana. Si te casas con alguien que estaba durmiendo por ahí antes de casarse, ten la seguridad que estará durmiendo por ahí después de casarse.
  4. El perezoso. Hay muchos cristianos firmes que experimentaron el fracaso conyugal años atrás. Desde el divorcio que están experimentando la restauración del Espíritu Santo y, ahora, desean casarse nuevamente. Los segundos matrimonios pueden ser muy felices. Pero si descubres que el hombre con el que tienes una relación no se preocupa de sus hijos de un matrimonio anterior, una falla ha sido expuesta. Cualquier hombre que no pague por sus errores del pasado o no sustente a sus hijos de su casamiento anterior no te tratará con responsabilidad.
  5. El viciado. Los hombres de iglesia que tienen vicios con alcohol y drogas, saben esconder sus problemas (pero tú no quieres esperar hasta tu luna de miel para descubrir que él es un bebedor). Nunca te cases con un hombre que rechaza pedir ayuda por su vicio. Insiste en que él consiga ayuda profesional y apártate. No entres en una relación de dependencia en la que él afirma que te necesita para poder estar sobrio. No podrás ayudarlo.
  6. El vago. Tengo una amiga que percibió, sólo después de casarse, que su novio no tenía planes de conseguir un trabajo fijo. Él había elaborado una muy buena estrategia: él se quedaría en casa todo el día para jugar videojuegos, mientras su esposa trabajaba afanosamente y pagaba todas las cuentas. El apóstol Pablo dice a los tesalonicenses: “El que no quiera trabajar, que tampoco coma” (2ª Tesalonicenses 3.10). La misma regla se aplica aquí: si un hombre no quiere trabajar, no merece casarse contigo.
  7. El narcisista. Sinceramente espero que encuentres un chico bonito. Pero debes ser cuidadosa: si tu pareja gasta seis horas al día en el gimnasio y regularmente postea fotos de sus bíceps en Facebook, estás en un problema. No te enamores de un hombre egocéntrico. Él puede ser bonito, pero es un hombre que está enamorado por la apariencia y, por sus propias necesidades, jamás logrará amarte sacrificialmente, como Cristo ama a la iglesia (Efesios 5.25). El hombre que siempre se está mirando al espejo nunca te percibirá.
  8. El abusador. Hombres con tendencias abusivas no logran controlar su rabia cuando una situación se calienta. Si el joven con quien tienes una relación tiene la tendencia a perder los estribos, sea contigo o con otros, no te sientas tentada a racionalizar su comportamiento. Él tiene un problema y, si te casas, tendrás que navegar por un campo minado todos los días, evitando desencadenar otra explosión. Hombres irritados hieren mujeres (verbal y, a veces, físicamente). Busca un hombre que sea gentil.
  9. El hijito de mamá. Pueden decirme anticuado, pero sospecho de alguien de 35 años que aún vive con sus padres. Si su madre aún le hace la comida, le lava y plancha su ropa, ten plena seguridad de que está parado en el tiempo. Estás pidiendo problemas cuando crees que puedes ser esposa de un joven que no creció. Retrocede y, como amiga, anímalo a encontrar un mentor que pueda ayudarlo a madurar.
  10. El controlador. Algunos cristianos piensan que el casamiento se trata de superioridad masculina. Ellos pueden citar la Escritura y sonar súper espirituales, pero, por detrás de la fachada de autoridad, hay una profunda inseguridad y orgullo que se puede transformar en abuso espiritual. 1ª Pedro 3.7 manda a que los maridos traten a sus esposas como a su semejante. Si el hombre con quien tienes una relación te rebaja, hace comentarios degradantes sobre las mujeres o parece aplastar sus dones espirituales, retrocede ahora mismo. El poder le subió a la cabeza. Las mujeres que se casan con controladores religiosos, frecuentemente terminan en un pasillo de depresión.


Si eres una mujer de Dios, no vendas tu primogenitura espiritual casándote con un joven que no te merece. La mejor decisión que puedes tomar en la vida es esperar por un hombre que se entregó totalmente a Jesús.

jueves, febrero 06, 2014

10 motivos por los cuales los pastores conservadores acostumbran a tener iglesias minúsculas.

(Texto original del pastor Augustus Nicodemus. Puede leer en portugués aquí)

Sé que hay excepciones, pero ellas no son muchas. La regla es que, aquí en Brasil, los pastores y predicadores más conservadores y reformados pastorean iglesias pequeñas, entre 80 a 150 miembros. Ese hecho es notorio y no pocas veces ha sido usado como crítica contra la doctrina reformada. Si ella es bíblica, buena y correcta, ¿por qué sus defensores no logran convencer a las personas de eso? ¿Por qué sus iglesias son poco frecuentadas, no tienen involucramiento misional, no evangelizan, no crecen y tienen pocos jóvenes?

Como dije, hay excepciones. Conozco iglesias reformadas que son dinámicas, que crecen, grandes, evangelizadoras y misionales. Conozco también otras menores, que crecen no por el aumento del número de miembros en el local, sino por la plantación de otras iglesias. Cuando digo “iglesias minúsculas” me refiero no solamente al tamaño, sino a la visión, al involucramiento en la evangelización y misiones, y a la diferencia que hacen. Tengo en mente las iglesias que se arrastran en la rutina de sus trabajos, ensayos y cultos hace decenas de años, siempre del mismo tamaño diminuto, sin que gente nueva llegue para hacer la diferencia.
Consciente de que hay iglesias reformadas grandes y que crecen, pero también consciente de las muy pequeñas que no crecen hace mucho tiempo, en ningún sentido, yo haría los siguientes comentarios en este post, que bien podría titularlo de “Navaja en la carne”

1.            Infelizmente, al rechazar la idea de que en términos de crecimiento de iglesias los números no dicen todo, muchos de nosotros, reformados, nos olvidamos de que ellos aún dicen alguna cosa. ¿Podemos aceptar que está todo bien y todo correcto con una iglesia local que creció apenas un 1% en los últimos años, crecimiento mucho inferior al crecimiento de la población brasileña y del crecimiento de otras iglesias evangélicas, especialmente tratándose de una iglesia en un país donde los evangélicos no son perseguidos por el Estado y las oportunidades están abiertas delante de nosotros?
2.            Igualmente infeliz es la postura de justificar el tamaño minúsculo con el argumento de la soberanía de Dios. Es evidente que, como reformado, creo que Dios es quien da el crecimiento. Creo, también, que antes de culpar a Dios, nosotros, pastores reformados, deberíamos hacer algunas preguntas básicas: Nuestra iglesia ¿está bien localizada?; El culto ¿es acogedor y atractivo?; La iglesia ¿ha desarrollado esfuerzos consistentes y frecuentes para ganar nuevos miembros?; La predicación ¿tiene como objetivo convertir pecadores?; La predicación ¿es entendible para algún no creyente que casualmente esté allí? Los miembros de la iglesia ¿están llenos de un espíritu evangelístico?; ¿Existe oración en la iglesia en favor de la conversión de pecadores y crecimiento del número de miembros?
Creo que muchos pastores reformados, colocan demasiado rápido la responsabilidad del tamaño de sus iglesias en Dios, antes de hacer la tarea en casa.
3.            Es triste percibir que, en muchos casos, la soberanía de Dios es usada como disculpa para no hacer absolutamente nada en términos de esfuerzo consciente para ganar personas para Cristo. ¿Qué motivo tendría Dios para querer que las iglesias reformadas sean pequeñas y que los años pasen sin que nuevos miembros sean añadidos por el bautismo? ¿Qué motivos secretos llevarían al Dios que nos mandó a predicar el Evangelio a todo el mundo, impedir que las iglesias locales reformadas crezcan en un país libre, donde la predicación es hecha en todo lugar y donde otras iglesias están creciendo vertiginosamente? Pienso que el problema de la pequeñez no está en Dios, sino en nosotros. ¡Ay de nosotros que, además de no crecer, más encima culpamos a Dios por eso!
4.            Es verdad que muchas iglesias evangélicas crecen usando estrategias y metodologías cuestionables. Especialmente aquellas de la teología de la prosperidad, que atraen a las personas con promesas de bendiciones materiales y curas que no pueden cumplir. Incluso criticar el tamaño de esas iglesias y apuntar a sus errores teológicos y metodológicos no justifica que tengamos iglesias minúsculas. ¿Qué nos impide tener iglesias grandes usando los métodos correctos?
5.            El problema con muchos de nosotros, pastores conservadores y reformados, es que no estamos abiertos para cambios y adaptaciones en los cultos, en las actitudes y posturas, por menores que sean y que podrían dar una cara más amigable a la iglesia. Ser simpático, acogedor, atrayente, interesante no es pecado y no va en contra de las confesiones reformadas y la tradición puritana. Iglesias serias con cultos aburridos nunca fueron el ideal reformado de la iglesia. Los pastores reformados deberían estar pensando en cómo hacer crecer sus iglesias, en vez de resignarse y racionalizar en sus mentes que el tener una iglesia pequeña está bien.
6.            Los creyentes fieles que están en las iglesias ya por muchos y muchos años, también necesitan de alimento y pastoreo. Que Dios me libre de despreciarlos. Sé que Dios puede llamar a alguien para el ministerio de consolar y confortar creyentes antiguos durante años, de iglesia pequeña en iglesia pequeña. Pero veo esa vocación como una pequeña parte del ministerio pastoral; casi una excepción. Lo que me asusta es ver que esa excepción se ha tornado prácticamente en regla en el pueblo conservador y reformado. ¿Será que Dios predestinó a las iglesias conservadoras y reformadas para ser doctrinalmente correctas, pero minúsculas, y a las otras para crecer, a pesar de la teología y metodología erradas? ¿Será que Él no ha llamado a los conservadores para ser ganadores de almas, evangelistas, plantadores de iglesias y agentes de crecimiento del Reino? ¿Será que la vocación padrón del pastor conservador es de ministrar iglesias minúsculas año tras año, sin nunca conocer períodos de refrigerio y de gran crecimiento en el número de miembros? ¿Será que cuando un pastor que era un evangelista ardiente y se hace reformado tiene que terminar siendo teólogo y profesor?
7.            ¡Lo que más me asusta es que hay pastores reformados que se enorgullecen de tener iglesias enanas! “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”, recitan con satisfacción. Se enorgullecen de ser un movimiento de ser un movimiento de “vaciamiento bíblico” en vez de un “avivamiento bíblico”. Dicen: “los verdaderos creyentes son pocos. Prefiero una iglesia pequeña de calidad que de una enorme llena de gente interesada y superficial”. Bien, si yo tuviese que escoger entre las dos cosas, tal vez preferiría la pequeña. Pero, ¿por qué tiene que ser una elección? ¿No podemos tener iglesias reformadas llenas de gente que está allí por los motivos correctos? Yo sé que la calidad siempre disminuye la cantidad, pero ¿será tan así?
8.            Nosotros, pastores reformados en general, tenemos la tendencia de considerar la sana doctrina el foco más importante de la vida de la iglesia. Por ello, muchos de nosotros pasamos nuestro ministerio entero adoctrinando y re-adoctrinando su pueblo en los puntos fundamentales de la doctrina cristiana reformada. Poca atención damos a otros puntos igualmente importantes: espiritualidad bíblica, vida de oración, evangelismo consciente y determinado y planeado. Creo que una cosa no excluye a la otra. Por otra parte, creo que el adoctrinamiento bíblico siempre será evangelístico y que el evangelismo bíblico es siempre doctrinario. “Predicación”, dice Spurgeon, “es teología saliendo de labios calientes”.
9.            Algunos pastores reformados están tan presos de la doctrina de la depravación total que no saben cómo invitar a pecadores a creer en Jesucristo. Tenemos miedo de parecer arminianos si al final del mensaje invitamos a los pecadores a recibir a Cristo por la fe, o incluso, durante la predicación, llevar a las personas a tomar una decisión. El fantasma de Finney, el presbiteriano creador del sistema de llamados, atormenta a los predicadores reformados, que llegan al final del mensaje y no saben cómo aplicarlo a los pecadores presentes, sin parecer que están haciendo un llamado. Tienen miedo de parecer pentecostales si durante la predicación hablan de forma más coloquial, hablan de forma directa a las personas, se emocionan o muestran fervor, o incluso si gesticulan mucho o caminan en el púlpito. Creo que si los predicadores reformados parecen más humanos y naturales, más cómodos en los púlpitos, despertarían mayor interés en las personas.
10.          Creo, al final, que al reaccionar contra los excesos del pentecostalismo acerca del Espíritu Santo, muchos reformados sienten rechazo de orar más, de emocionarse mucho, ayunar, hacer noches de vigilia, predicar en las plazas y calles, y de pedir a Dios que les conceda un gran avivamiento espiritual en sus iglesias. Sólo hay una cosa de la cual los reformados tienen más miedo que de parecer arminianos: parecer pentecostales. Ahí tiramos no solamente el agua sucia de la bañera, sino también al bebé. Creo que si hubiese más oración y clamor a Dios por un legítimo despertar espiritual, veríamos la diferencia.
Pedí a algunos amigos míos, reformados, que criticasen este posteo antes de publicarlo. Uno de ellos me escribió:
“Me gustó mucho. Me irrita el espíritu de ‘secta sitiada’ tan común en nuestro medio [reformado]; la idea de que la vocación de la iglesia es defender una fortaleza. Somos rápidos para criticar, pero tan lentos para proponer alternativas”

Creo que él resumió muy bien el punto.

No tengo respuestas listas ni soluciones elaboradas para el narcisismo eclesiástico. Creo que pasa por un quebrantamiento espiritual genuino entre los pastores, que nos humille delante de Dios, nos lleve a sondar nuestra vida y ministerio, a renovar nuestro compromiso pastoral, a buscar la plenitud del Espíritu Santo y a buscar Su gloria por sobre todas las cosas.

domingo, enero 26, 2014

Maridos solitarios, esposas solitarias

Una vez más traduzco un texto del pastor presbiteriano Augustus Nicodemus Lopes.
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El aislamiento de otras personas no siempre es malo. El propio Jesús tenía el hábito de aislarse regularmente de las multitudes y estar a solas con Dios, después de un día de trabajo en medio de las personas. En esas ocasiones, él oraba y renovaba sus fuerzas.
Pero existe una soledad maléfica, característica de la sociedad en la que vivimos. Las personas pueden vivir en una misma casa con muchas otras personas, e incluso así vivir aisladas. Ya que fuimos creados como seres sociales, vivir en aislamiento generalmente provoca tristeza, depresión, angustia y, en casos extremos, suicidio.
El aislamiento sucede incluso entre personas tan cercanas como marido y mujer. Diversas fuerzas activas en la sociedad moderna están separando marido y mujer cada vez más lejos el uno del otro, en vez de producir intimidad y mutualidad:
  1. En una sociedad tan compleja como en la que vivimos, experiencias diferentes y sistemas de valores diferentes separan a los esposos. Antiguamente las personas nacían y crecían juntas en un mismo lugar. Hoy las personas vienen de pasados completamente diferentes.
  2. La sociedad moderna ha transferido la idea de que el casamiento es un relacionamiento basado en el 50/50. Esto es, cada uno da un poco de sí. Pero esto no funciona verdaderamente. El padrón cristiano es 100/100. En el matrimonio debemos darnos enteramente al otro.
  3. El egoísmo es, probablemente, la mayor amenaza de la unidad marital. Ser egoísta es buscar la realización personal dejando al cónyuge fuera. Una ilusión bastante común es que marido y mujer pueden obtener éxito, independientemente el uno del otro y aun así mantener un buen matrimonio. En la práctica esto nunca es posible.
  4. Otro factor de aislamiento son los problemas no superados. Los investigadores muestran que cerca del 70% de los matrimonios que pasan por experiencias traumáticas (como perder un hijo en un accidente, o tener un hijo gravemente enfermo) se separan o se divorcian.
  5. Los medios de comunicación han popularizado la idea de que las aventuras extramaritales son normales. El hecho es que no solamente el adulterio consumado, sino el adulterio emocional (una amistad muy íntima con alguien del sexo opuesto) provoca el aislamiento de los cónyuges
  6. La presión continua del estilo de vida acelerado en que vivimos contribuye para que cada vez más vivamos separados los unos de los otros.
  7. Otro factor es la dependencia cada vez mayor de las redes sociales. Marido y mujer pueden estar sentados en la misma mesa, sentados en el mismo sofá o recostados en la misma cama, pero cada uno está chequeando sus e-mails, Facebook, Twitter, Google + o cualquier otro aplicativo social. Están juntos sólo físicamente. Miembros de una familia pueden estar juntos en la misma habitación y estar perfectamente aislados unos de otros. En la medida en que nos metemos en nuestros capullos virtuales, más y más nos desconectamos unos de otros.
  8. Por último, no podemos dejar de mencionar el consumo de pornografía que termina por aislar sexual, espiritual y psicológicamente a los cónyuges.

El aislamiento es una amenaza seria incluso para matrimonios cristianos. Estos cristianos necesitan percibir que si no toman las precauciones necesarias y si no tratan esta amenaza juntos, acabarán por vivir aislados unos de otros, incluso bajo el mismo techo. Muchas parejas casadas tienen sexo, pero no es por amor. El error típico que muchos matrimonios cometen es no anticipar que problemas de este tipo pueden ocurrir con ellos. Y cuando los problemas surgen, son tomados por sorpresa.
Vivimos en un mundo lleno de problemas. La tentación de muchos, bajo presión, es aislarse; hibernar como un oso en su cueva en invierno. Aunque esa parezca una alternativa atractiva, sólo con el apoyo de los amigos podremos soportar las miserias de la vida.
¿Qué podemos hacer  como cristianos para vencer el aislamiento? Acá van algunos consejos:
  • Busque mayor intimidad con Dios, por medio de la lectura de la Biblia y por la oración diaria. Cuando nos acercamos a Dios podemos acercarnos mejor a los demás.
  • Planee invertir tiempo con su cónyuge haciendo cosas que ambos aprecian.
  • A veces el aislamiento fue causado por una actitud errada suya, con la cual su cónyuge se ofendió o se dañó. Es necesario pedir perdón y buscar la reconciliación. En el caso de pornografía, tal vez la confesión sea necesaria.
  • A veces, cuando la situación ya se tornó muy complicada y difícil, es necesario vencer el orgullo y buscar ayuda.


No permita que el aislamiento acabe con la alegría de su matrimonio.

lunes, enero 20, 2014

8 razones de por qué una iglesia puede estar estancada


Tony Morgan, escritor del libro “The Leisure Suit Trap: 8 Reasons Your Church is Stuck”, entrega 8 causas probables de por qué una iglesia puede estar estancada. Acá, un resumen de ello. “Como he tenido la oportunidad de interactuar y trabajar con las iglesias durante los últimos años, hay algunos temas comunes. Estos son los desafíos que las iglesias suelen determinar en el ministerio y esto tiene que ver con estabilizarse o disminuir”, dice Morgan.


1. Te falta un plan de liderazgo de empoderamiento.Hemos fracasado como líderes en la iglesia si no abrazamos el poder y el impacto de la iglesia local. Las personas tienen el poder de serlo, es decir el pueblo que Dios tiene que poseer un plan de batalla, un plan con una meta ya sea mensual, trimestral, o anual.

2. ¿Usted está claro acerca de su visión y misión? Hay un montón de iglesias que tienen sus declaraciones de visión, pero no creo que haya muchas iglesias que realmente tengan una declaración de visión que aclare quiénes son como organización. Una visión que está bien clara reunirá a mucha gente, pero si es lo contrario repelerá a la gente.

3. Culpas ajenas y los factores externos. La víctima y el pensamiento sólo dará lugar a la amargura y la competencia. Los líderes que culpan a los forasteros y a los factores externos en realidad están confesando su propio fracaso y esta no es una forma creativa de inspirar a su equipo.

4. Su estructura impide el crecimiento
. Uno de los atributos de una iglesia es su decadente estructura compleja. La tendencia natural de las organizaciones consiste en añadirle complejidad a su estructura y sistema. Cuanto más tiempo existe una organización, más compleja será.

5. Usted adora el éxito que tuvo en el pasado. Nuestros éxitos que obtuvimos en el pasado puede ser uno de los mayores factores que contribuya a nuestra desaparición en el futuro. Cuando las organizaciones se adhieren a “la forma de lo que hacíamos “, lleva al concepto de que lo antiguo es mejor y por eso hay que evitar la innovación y el cambio, esto se convierte en el más arriesgado planteamiento.

6. Céntrese en las actividades en lugar de los resultados. Mientras muchos líderes religiosos están llenos de visión y pasión, estos carecen de una estrategia eficaz para llevar a cabo su misión. Esto nos lleva a una sensación de desorganización y, finalmente, a estancarnos.

7. Usted no cumple sino dota al pueblo de Dios. Por alguna razón, las iglesias más pequeñas con las que se trabaja a menudo, estas depende mucho del pastor. Si el pastor no capacita a su iglesia y no forma un liderazgo difícilmente podrá llevar la carga del ministerio.

8. Su ministerio es ignorado por la gente de fuera. Cuando las iglesias se centrar solo interiormente, su ministerio es ignorado por la gente de afuera. Empecemos a tomar algunas decisiones sobre el ministerio y mantengamos a la gente de afuera sobre lo que estamos haciendo no nos centremos solo en la cuatro paredes de nuestro templo.


Fuente: Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com