Algunas personas se molestan cuando se dice que la iglesia está adormecida, que no hace nada por fortalecer a los de la fe, que están en su área de confort, etcétera. Algunos incluso se defienden "piadosamente" diciendo que la iglesia existe para glorificar a Dios, olvidando que la carta de Santiago nos recuerda que "La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo."
Las siguientes preguntas podrían ayudarte a responder si efectivamente estás adormecido o no. Podrían ser muchas más, pero al menos estas me han hecho pensar. Respóndelas con el corazón:
- ¿Puedes decir el nombre y de dónde son las personas de su iglesia?
- ¿Podrías decir a cuántas personas has bendecido con una acción generosa este último mes?
- ¿Puedes decir cuántas personas no cristianas has invitado a tu casa en este mes?
- ¿Podrías decir de qué manera tu iglesia se relaciona con los vecinos más cercanos?
- ¿Por cuántas personas has intercedido este último mes?
- ¿Sabes si el dinero que das para misiones realmente llega a bendecir la vida de un misionero?
- ¿Cuántas Biblias regalaste este mes para personas que no conocen a Jesús?
Pensé harto en eso y descubrí una cosa: en muchas cosas estoy adormecido.
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