lunes, septiembre 11, 2017

Cuenta la historia que en Colina...

El miércoles pasado, como todos los días de lunes a viernes, desperté a las 06.00
Debo ser sincero. No tenía ganas de ir a Colina 2. Ninguna. Pensé en mentir para no quedar mal con la gente. Pero no pude. Me levanté, sin ánimo, y me fui.
Llegando allá, Dios usó a mis hermanos de la "cana" para levantar mi ánimo, a pesar de mi mismo. Y es que la forma en que cantan, oran y entregan cariño, contagia.
Hoy lunes, fue diferente mi actitud. Me levanté con ánimo, con ganas de poder verlos y adorar juntos, abrazarlos y orar con y por ellos. "Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos..." fueron las palabras que mi amigo Daniel Kennison me invitó a tener en mente. Así que lleno de ánimo, partí.
La niebla cubría gran parte del camino a Colina. 3ºC marcaba el termómetro... y dentro del módulo 3 se sentían lo suficiente como para hacerte tiritar de frío.
- "Un matecito siervo", me dice el hermano Miguel.
- "Por favor", le respondo yo. No fue hasta después del tercer mate que entré en calor.
Percibo algunas necesidades puntuales, como un afinador de guitarra, un cable para guitarra eléctrica y cuerdas, tanto para guitarra eléctrica, como de nylon para guitarra acústica. Pero a pesar de las falencias técnicas, mis hermanos cantan como si no hubiese mañana. La primera en ser entonada hoy es una canción que aprendí allá:

"¿Quién vive, quién vive? ¡Cristo vive!
A su nombre, a su nombre, gloria para Él.
¡Maranata, Maranata, Cristo viene!
Diga el débil, diga el débil, ¡Fuerte soy!
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece..."
Probablemente no sea una canción con profundas reflexiones teológicas, pero es pura Palabra cantada.
Pero hay una canción que hoy me llamó poderosamente la atención. No recuerdo la melodía, pero relataba diversas historias de personajes de las Escrituras. Elías, Eliseo, Daniel, David, todos ellos mencionados como personas que alababan al Dios viviente (que dicho sea de paso es el nombre de la iglesia del módulo 3: "Iglesia del Dios viviente"). La última estrofa de la canción dice:

"Cuenta la historia 
que en Colina
se alaba al Dios viviente..."
Y ¿saben una cosa? La historia es verdad. Después de un poco más de un mes visitando a los hermanos de la "Iglesia del Dios viviente", puedo decir que efectivamente, en Colina 2, en el módulo 3, bajo el techo que se divisa detrás de las camas de los internos, se alaba el Dios viviente... con tanto fervor, que mi corazón es fortalecido; fortalecido para alabar al Dios viviente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y como dicen los hermanitos ¡Gloria a Dios!

Camaggi dijo...

SDG!!!!
Que lindo como Dios te levanta