Al pasar los años, la propia vida me ha ido enseñando qué es lo que debe ser prioridad en ella misma. Me voy dando cuenta que dejé de priorizar cosas preciosas, de las cuales siento falta de hacer y voy así sintiendo cierta melancolía al respecto. Por ejemplo, de un día para otro vi que mi hija ya va a entrar al jardín y que perdí tiempo hermoso para pasar con ella. Porque cuando ella nació, estaba siempre pensando en mi propio desarrollo profesional, y en la desenfrenada y frenética lucha por conseguir cosas y poder ser más que los otros que me rodeaban. Estúpido.
Hoy, y luego de que Dios permitió en su perfecta voluntad que tuviera que abstenerme de conseguir cosas, me he dispuesto a observar qué cosas deben ser mi prioridad en el día a día. Me encanta invertir tiempo mirando cómo lo hacía Jesús y las cosas que Él priorizaba. Mark Carpenter escribió que "Jesús priorizaba la importancia de la vida, vivida en harmonía con los propósitos de Dios". Leyendo los Evangelios es evidente lo que Jesús realmente priorizaba y valorizaba: Relacionamiento con sus discípulos, oración y enseñanza... esas cosas eran las verdaderamente valiosas para Jesús.
Haz un intento en tu día a día para valorizar un poco las cosas que Jesús valorizaba. Prioriza momentos con Dios antes que horas frente a la TV o la Internet. Prioriza tiempo con tu familia, con tus amigos y con las personas que te necesitan. Volvamos un poco al tiempo en que el tiempo no era oro, pero sí era una inversión valiosísima e importantísima.
Hoy, y luego de que Dios permitió en su perfecta voluntad que tuviera que abstenerme de conseguir cosas, me he dispuesto a observar qué cosas deben ser mi prioridad en el día a día. Me encanta invertir tiempo mirando cómo lo hacía Jesús y las cosas que Él priorizaba. Mark Carpenter escribió que "Jesús priorizaba la importancia de la vida, vivida en harmonía con los propósitos de Dios". Leyendo los Evangelios es evidente lo que Jesús realmente priorizaba y valorizaba: Relacionamiento con sus discípulos, oración y enseñanza... esas cosas eran las verdaderamente valiosas para Jesús.
Haz un intento en tu día a día para valorizar un poco las cosas que Jesús valorizaba. Prioriza momentos con Dios antes que horas frente a la TV o la Internet. Prioriza tiempo con tu familia, con tus amigos y con las personas que te necesitan. Volvamos un poco al tiempo en que el tiempo no era oro, pero sí era una inversión valiosísima e importantísima.
1 comentario:
Es verdad tenemos que parar un poco en la vida para poder apreciar lo que tenemos y que tal vez nunca más tendremos
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