"Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás" Filipenses 2.4
Pablo nos entrega un principio para el relacionamiento dentro de la iglesia: buscar atender los intereses de los demás antes que los nuestros. Es el modelo enseñado por Jesús: “Tengan ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús”
Pablo presentó este ejemplo como modelo para el cuerpo de creyentes, los cuales deben vivir entre sí en amor y cuidado, como Cristo nos amó y dio Su vida por nosotros. Cualquier cosa que se hiciese sin este enfoque, tiene poca chance de éxito.
Piénsalo bien. ¿Qué sentido tendría mostrar hacia afuera algo que no practicamos adentro? Si el lema es “haz el bien a todos, principalmente a los domésticos de la fe”, ¿por qué no nos preocupamos primero en nuestros hermanos más cercanos? En muchos casos son estas situaciones las que van sumando miembros resentidos, heridos, frustrados y que terminan apartándose de todo.
Pongamos nuestro amor en acción.
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